Apocalipsis 3
Como sabemos, para Freud –y para muchos otros-, la religión no sólo resulta un peligro para la verdad sino también para la libertad del ser humano. Una de las principales razones que argumentan los milenaristas (jóvenes nacidos a partir de los 80), que rechazan a Dios es que asumen que la religión es represiva, que Dios mismo es represivo. Dios aparece como insensible e impositivo, controlador y revanchista contra los que no se someten incondicionalmente a sus ordenanzas. Antes de seguir, debemos asumir que a lo largo de la historia los creyentes hemos sido víctimas y culpables de la utilización y manipulación de la religión para controlar, someter y cooptar a muchos animados por prejuicios, intereses políticos-económicos, fama, etc. Philip Yancey y David Kinnaman, tienen mucho qué decir al respecto.
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