Archive for the ‘Servicio Cristiano’ category

Virtud: Excelencia, Valor-Bravura

12 noviembre, 2011

2 Pedro 1.3-11

Construir sin cimientos lleva a la ruina. Pero, construir solo los cimientos no hace la casa, y la inversión inicial termina convirtiéndose en pérdida total. En asuntos de la fe sucede algo similar. Quien construye su fe en meras experiencias, sentimientos o emociones, corre el riesgo de terminar confundido, defraudado y en fracaso. Quien solo llega al nivel inicial del caminar cristiano, la fe, pronto encontrará que la misma no es suficiente, ni tiene sentido a menos que se siga adelante en el conocimiento y servicio de Cristo.

Para Pedro no es suficiente con tener fe. A esta hay que agregarle otros valores. El primero de ellos es la virtud. Es este un término interesante. Su primer significado es “[el] estado de una cosa que constituye su excelencia propia y la capacidad para realizar bien su función”. Los Padres de la Iglesia, sucesores del liderazgo apostólico, consideraron como virtudes cardinales las siguientes cuatro: prudencia (sabiduría), fortaleza, templanza y justicia. Dado que según el diccionario virtud es también la potestad de obrar, entendemos que los creyentes hemos sido capacitados para actuar con excelencia en el cultivo de tales virtudes.

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Dones de Servicio, Dones Trascendentes

16 octubre, 2011

Romanos 12

Hacer milagros o barrer la casa del pobre. ¿Qué será más trascendente, cuál será mayor testimonio del poder y el amor de Dios? Esta parece ser la disyuntiva a la que a lo largo de la historia de la Iglesia se han enfrentado no pocos cristianos.

El Apóstol Pablo, al escribir a los romanos, parece dejar clara su posición. De los ocho dones que enlista en nuestro pasaje, seis pueden ser considerados como dones de servicio. Y, al mismo tiempo, como dones trascendentes tanto en la edificación del cuerpo de Cristo, como en el testimonio eficaz a los no creyentes.

Servir a otros, animar a otros, dar, presidir y ayudar a los necesitados son, todos, una sola diaconía. Según Emilio Castro, ex Presidente del Consejo Mundial de Iglesias, la palabra diácono significa, literalmente, al través del polvo. Era el término utilizado para referirse al esclavo encargado de conducir a las caravanas al través de las tormentas de arena del desierto. Obviamente, el diácono servía a los suyos aún a costa de su propia vida.

A costa de su propia vida, esta sería la principal ofrenda de quienes reciben alguno de los dones de servicio. Sirven a costa de sí mismos. Como Juan el Bautista, son como antorchas que, mientras más ilumina, más se consumen, más se agotan. Cabe entonces un dejo de comprensión para quienes, habiendo recibido tales dones, los encuentran menos atractivos e importantes que aquellos que, por su dramatismo e impacto, parecen hacer crecer en fama e influencia a los creyentes que los ejecutan.

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En Cuestión de los Dones Espirituales, Pongamos la Vida

18 septiembre, 2011

Colosenses 3.23

Antes de que entremos en la consideración particular del qué son y para qué sirven cada uno de los dones espirituales, conviene que recuperemos esta reflexión. La misma nos ayuda a comprender la intensidad debida en el ejercicio de los dones y la importancia del servicio a Dios que se expresa, siempre, a partir de nuestro servicio a los demás.

En la declaración paulina que sirve como sustento de nuestra reflexión, la palabra pas, “significa radicalmente todo”. Es decir, da a las palabras del Apóstol una carga totalitaria, por lo que no hay nada del pensar, hablar y quehacer del creyente que quede fuera de la admonición: [todo] háganlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.

La expresión háganlo de corazón puede ser traducida como: poniendo la vida en lo que hacen; y el llamado como para el Señor, añade la que podemos considerar como la dimensión del Reino; pues, de acuerdo con nuestro Señor Jesús, lo que hacemos con nuestros semejantes lo hacemos, en realidad, para él. Mt 25

Así, pues, Pongan la vida en todo lo que hacen porque, en realidad, todo lo hacen para el Señor; sería una traducción que hiciera más lógica la conclusión del vs 25: Porque ustedes sirven a Cristo, que es su verdadero Señor.

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