Por eso, nosotros, teniendo a nuestro alrededor tantas personas que han demostrado su fe, dejemos a un lado todo lo que nos estorba y el pecado que nos enreda, y corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante. Hebreos 11.1
En el corazón del anuncio del evangelio de Jesucristo está el concepto de la nueva vida. Esto se refiere a que la vida en Cristo es plena, abundante y eterna. Además, es una vida libre del poder del pecado sobre el creyente. San Pablo se refiere a este hecho cuando declara que somos más que vencedores en todas las cosas, por medio de aquel [Cristo] que nos ha amado. Romanos 8
Sin embargo, un hecho que no podemos soslayar es que la iglesia de Jesucristo vive una condición en la que cada vez más los signos de la vida ceden ante el avance de los signos de la muerte. Vemos a cristianos y congregaciones que viven no vidas de victoria, sino vidas de derrota. No cada día más libres, sino cada vez más esclavos. No cada día más gozosos, sino cada día más tristes. Y, entonces tenemos que preguntarnos si las promesas del Señor son falsas, si sólo demuestran sus buenas intenciones, pero no es posible que sean ciertas, que puedan cumplirse en nosotros y en nuestro aquí y ahora.

Comentarios