Se ha dicho que con las palabras pasa lo mismo que con el dinero, a la inflación de las mismas le sigue la devaluación. La celebración del Día Internacional de la Mujer parece sufrir lo mismo. Por diversas razones, las mujeres se han convertido en protagonistas de la vida pública. El incremento de la violencia en contra de las mismas forma parte de las conversaciones cotidianas. El feminismo surge como la denuncia de los sistemas culturales, religiosos, ideológicos, políticos, económicos, etc., que hacen de la mujer un objeto en detrimento de su ser persona. Mientras más fuerte y poderosa la voz de las mujeres que denuncian la injusticia que sufren y demandan el reconocimiento de su dignidad, más mentirosa, manipuladora e indigna la respuesta de quienes, a pesar de su discurso, siguen considerando a las mujeres como seres de segunda clase. Propiedad de la cual puede disponerse tanto colectiva como personalmente.
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