Archive for the ‘Confianza’ category

Perdona, Señor, mis Faltas Ocultas

15 enero, 2012

Salmos 19

Es este un hermoso salmo. En cierta manera es un salmo integrador. Une el todo de la Creación, con la hermosura y el poder de la Palabra, teniendo la comunión del hombre con su Señor como el propósito sustentador de todo lo que existe. En este salmo podemos ver el amor de Dios y la necesidad ansiosa del hombre que lo ama por gozar de su aceptación y comunión.

Una vez más nos encontramos ante un salmista sensible. El testimonio de la grandeza de Dios y de su incomparable poder, lleva al escritor sagrado a preguntarse respecto de su propia condición. El carácter de Dios siempre resulta contrastante del carácter del hombre. Sea que el primero se manifieste en las obras de su Creación, o en la riqueza y el poder de su Palabra, siempre contrasta, hace evidente, la naturaleza y condición del ser humano.

Sin embargo, para cada persona en particular, el elemento clave para tal contraste es, precisamente, la sensibilidad de la misma. Sólo quienes como resultado de su búsqueda amorosa de Dios ansían su presencia, pueden darse cuenta de lo que les une y de lo que les separa de Dios.

Tal el caso del salmista. Es una persona temerosa de Dios. Goza de su comunión con el Señor. La Palabra ha cumplido su propósito en él: le ha dado nueva vida, le ha hecho sabio, ha traído alegría a su corazón, ha dado luz a sus ojos, ha generado un temor limpio que permanece para siempre. ¿Qué más puede necesitar el salmista para estar en comunión perfecta con su Señor?

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Si Quieres

4 agosto, 2011

Juan 8.1-4

Hubo un hombre que, desanimado por el fracaso de los discípulos de Jesús, le dijo a este: “si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos.” Mr 9.22 La falta de fe de quien duda del poder de Dios parece tener sentido. Está abierta a la posibilidad de la no respuesta pues, después de todo, ni siquiera se está seguro de que Dios efectivamente pueda hacer algo.

Pero hay una pregunta, una duda, que resulta no incrédula, sino dolorosamente crédula. Es la que se hace, y le hace a Dios, quien está seguro de su poder hacer aquello que se necesita, pero duda acerca de su voluntad para hacerlo. Duele saber que Jesús puede, pero no estar seguro de que quiera hacerlo.

El hombre de nuestra historia era un leproso. La lepra es una enfermedad que afecta los nervios, la piel, las extremidades y los ojos de las personas deformándolas. Además, produce insensibilidad al dolor lo que expone al enfermo a lastimarse y aún amputarse sin sentirlo. Aunque no es una enfermedad muy contagiosa, desde la antigüedad ha sido considerada como una enfermedad maldita.

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