Archive for the ‘Amor cristiano’ category

Jesús y los Niños

18 noviembre, 2012

Marcos 10.13-16

Acostumbramos pensar de Jesús como un hombre en pleno control de sus emociones. Sin embargo, Marcos nos asegura que hubo, cuando menos una vez en la que Jesús se dejó llevar por la fuerza de sus emociones. Lo que Reina-Valera traduce: “Jesús se indignó”, otras traducciones lo hacen diciendo que Jesús se enojó. Es más, el término utilizado por Marcos, aganakteo, sugiere que Jesús se irritó violentamente. Al grado de que su molestia pudo ser notada en su rostro y en lenguaje corporal por los que estaban a su lado. Podemos preguntarnos cuál fue la razón y la importancia que la misma tenía para provocar que Jesús se alterara tanto. ¿Acaso alguien dijo una blasfemia, acaso alguien puso en duda el poder de Dios, o quizá hubo quienes le atacaron por decir que era el Hijo de Dios?

La razón que provocó tanto malestar en Jesús fue una que, para la mayoría de nosotros podría pasar desapercibida: sus discípulos regañaron a los padres que querían que Jesús tocara a sus hijos. Pobres discípulos, ellos que querían evitarle a Jesús la molestia de los niños inquietos, resultan regañados por aquel a quien querían proteger. Agradezcámosles, sin embargo, el que su fallido intento nos permita conocer el interés de Jesús por los niños. El enojado Jesús señala un par de cosas que no podemos ignorar en nuestra relación con los niños, especialmente con los que forman parte de nuestras familias y de nuestra iglesia.

Lo primero que nos encontramos es que a la indicación, “dejen que los niños vengan a mí”, sigue una advertencia: no se lo impidáis. Lo que Jesús reclama a sus discípulos es: no los estorben, no les hagan difícil llegar hasta mí. Esto nos lleva a la siguiente cuestión implícita en las palabras de Jesús, quien asegura que de los tales [los niños] es el Reino de Dios. Así que lo que Jesús reclama es los discípulos están haciendo difícil que los niños se acerquen, conserven, lo que de ya es suyo: el orden de Dios. Tan es suyo, que Jesús explica que quien no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.

(más…)

El Amor de Una Mujer de Mala Vida

14 octubre, 2012

Lucas 7.36ss

Las mujeres viven en un mundo de hombres. No sólo porque a nivel mundial es ligeramente mayor el número de hombres que el de mujeres, sino que, aún en los lugares donde el número de mujeres resulta mayoritario, estas siguen viviendo en función de lo que los hombres creen, deciden y hacen.

Nuestra historia refleja bien esta cuestión. Una mujer, desconocida, se introduce sin invitación a un santuario de hombres, la casa de un fariseo. A tal osadía, añade una más, lavó los pies del Señor con sus lágrimas, los perfumó, los secó con sus cabellos y los besó amorosamente. Como en muchos casos, y las mujeres lo saben bien, ella y su conducta quedaron de inmediato bajo el juicio parcial de los hombres, mismo que se tradujo en su descalificación. Como mujer y pecadora, no tenía el derecho para hacer lo que hacía. Sus intenciones, dada su condición, quedaban en entredicho y daban pie a la sospecha. No sólo ello, al relacionarse con Jesús lo hacía partícipe de su propio descrédito, lo contaminaba y Jesús quedaba, por lo tanto, igualmente bajo sospecha.

(más…)

Que con Todo Denuedo

9 septiembre, 2012

Hechos 14.3

Característica de la Iglesia Primitiva, la iglesia viva, diría John Stott, es que es una iglesia que hace del servicio a Dios y al prójimo su estilo de vida. Ser iglesia y ser un servidor vienen a ser sinónimos, ser iglesia (miembro de la misma), demanda una vida de servicio, de total entrega a la causa divina. Resulta obvio que el ser una comunidad de servicio hace que la iglesia se ocupe de sí misma apenas lo necesario para estar en condiciones de cumplir con su tarea en, hacia y por el mundo que la rodea. No es que las cuestiones propias no importen: la salud física de sus miembros, la prosperidad de los mismos, la salud emocional de sus familias, etc. Por el contrario, la iglesia se ocupa de que todas estas áreas estén bajo el orden de Dios, su Reino, para que así nada les pueda impedir cumplir con la tarea de ser luz del mundo y sal de la tierra.

Quienes estudian la dinámica de los grupos han descubierto que estos cumplen con dos tareas simultáneamente. La primera, está enfocada en el grupo mismo. Se ocupa de sanear las relaciones personas e inter-grupales de sus miembros, de capacitarlos y empoderarlos. La segunda, está enfocada en la misión para la cual el grupo ha sido formado. Un principio que tales estudiosos plantean es que mientras más recursos se inviertan en la primera de las tareas, menos recursos tendrá el grupo para el cumplimiento de su misión.

(más…)