Gálatas 5.14,15
Hace algunos años, apesadumbrado por los conflictos intrafamiliares y eclesiales que la congregación en la que servía experimentaba, mi hijo Gersom le preguntó a su mamá: ¿En qué hemos fallado como iglesia? A tan dolorosa pregunta podemos agregar dos más igualmente incómodas y dolorosas: ¿cómo es posible que familias cristianas sean acumuladoras de tantos conflictos, rencores y venganzas? La segunda ¿cómo podemos cumplir la tarea recibida como iglesia, como miembros del cuerpo de Cristo, cuando nos mordemos y devoramos unos a otros? Gálatas 5.15
(más…)
Cada vez más crece el número de mujeres que no aman a sus maridos, que no son amadoras de sus maridos. Les son fieles, pero no los aman. Viven con ellos, pero no los aman. Los apoyan y toleran, pero no los aman. Los ayudan y defienden, pero no los aman. Ciertamente es difícil amar a los maridos y puede haber muchas razones para no hacerlo. Pero si estamos interesados en preservar la salud del sistema familiar al que pertenecemos, debemos saber que este requiere del que las esposas sean amadoras de sus maridos. En las versiones inglesas de la Biblia, a la indicación de ser “amadoras de sus maridos”, se antepone la expresión “que sean sabias
Comentarios