Efesios 6.1-9
Generalmente, los hijos descubren a sus padres cuando llegan a la adolescencia. En la adolescencia dejan atrás la imagen idealizada propia de los niños y aprenden, a veces dolorosamente, la verdad que hay en sus padres. Es a partir de tal circunstancia que honrar a los padres, respetarlos y tener para ellos un temor reverente (obediencia), se convierte en una difícil elección. Una elección que, por lo demás, deberá hacerse día a día por el resto de la vida y que estará condicionada por el amor, la confianza y la fe que los hijos puedan cultivar en favor de sus padres.
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