2 Timoteo 1.3-7
Es un hecho que las familias cristianas enfrentan una severa crisis causada por el abandono de la fe por parte de sus hijos. Algunos, tratando de minimizar el problema proponen que se trata de un mero abandono de la iglesia y no del abandono de la fe. Difícil resulta, sin embargo, asumir que la persona mantiene firme su fe en el Dios de Jesucristo cuando rechaza, y hasta huye, de la comunidad de creyentes que son cuerpo de Cristo, la Iglesia. Además del hecho de que la experiencia demuestra que quien se aleja de la Iglesia y abandona las reuniones y actividades de la misma termina negando su fe en Dios en lo cotidiano de su vida.
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