Archive for the ‘Dones espirituales’ category

Acerca de los Dones Espirituales, No Quiero que Ignoréis

4 septiembre, 2011

1No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales. 2Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos. 3Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.

1 Corintios 12. 1-3

Como sabemos, la tarea principal de la Iglesia: hacer discípulos. También nos hemos referido a que el ámbito del actuar divino es uno solo: lo creado. Todo es de Dios, todo es para Dios, todo se da en él y para él. O contra él, y fuera de él.

Al ocupamos del tema de los dones espirituales, nos ocupamos de los recursos de que disponemos para cumplir la Gran Comisión en todas y cada una de las áreas de nuestra vida. A estos recursos, la Biblia les llama dones espirituales. Acerca de estos, Pablo exhorta a los creyentes a que no permanezcan ignorantes. La ignorancia genera:

Vulnerabilidad

Engaño, y

[el] Obstaculizar el señorío de Cristo

(más…)

Hablemos de los Dones Espirituales

20 agosto, 2011

1 Corintios 12.1-11

Los dones espirituales, o carismas, son capacidades sobrenaturales dadas por Dios a la Iglesia para la edificación de la misma y para el cumplimiento de su tarea evangelizadora-discipuladora. Estas capacidades son dadas a la Iglesia en cada uno de sus miembros y siempre consideran el bien del Cuerpo de Cristo por sobre el bien y el bienestar individual de sus miembros. Así, aunque la persona obviamente se beneficia con el don recibido, está en la obligación de poner tanto el don, como el beneficio resultante del mismo, al servicio de los demás.

Siguiendo la indicación paulina, contenida en 1 Corintios 12, conviene que nos detengamos a considerar el qué, el cómo y el para qué de los dones espirituales, así podremos entender bien este asunto, como traduce NVI.

La Iglesia y todas las iglesias en particular requieren, para su salud y para el cumplimiento de su tarea, del ejercicio fiel y permanente de los dones recibidos. Una iglesia que no ejercita los dones espirituales es una iglesia en estado vegetativo. Vive, pero no actúa ni lleva fruto.

(más…)