Alguna vez, cuando fui a su casa para saludarla, mi mamá se veía triste, cansada, preocupada. Al hacérselo notar, me respondió: Están pasando tantas desgracias, hijo, tantas. Personal, familiar y socialmente estamos enfrentando circunstancias que nos conmueven. Es decir, cosas que sacuden nuestro ánimo de manera violenta y brusca.
Es tal el impacto de tales experiencias que nos vemos animados a pensar que nunca había habido tanto sufrimiento en el mundo. Pero, dado que son muchas las evidencias de que esto no es así quizá el impacto de lo que vivimos responda más a nuestra cosmovisión que a los hechos que enfrentamos.
(más…)
Las personas que escribieron la Biblia no sabían que lo estaban haciendo. Mucho menos pudieron imaginarse que, a miles de años, los estaríamos leyendo. Muchos de ellos escribieron para sí mismos, registrando sus pensamientos, sus emociones, sus derrotas y sus anhelos. Ello nos permite, primero, apreciar la sinceridad de sus sentimientos. Además, nos permite apreciar la fortaleza de sus convicciones, ya que el dejar constancia de estas no responde a un propósito proselitista pues, al no saber que los leeríamos, no tuvieron razón alguna para tratar de convencer a nadie.
Comentarios