Génesis 37.18-36 NTV
Muchos hombres se encuentran que cuando todavía no han podido resolver sus cuestiones existenciales, tienen que ocuparse de formar el carácter de sus propios hijos. Descubren que esta es una tarea cuesta arriba, para la que no siempre tienen los recursos necesarios. Además, pronto descubren, también, que de la mano de las muchas y muy hermosas satisfacciones que la paternidad provoca, van razones, muchas de ellas inesperadas, que, como en el caso de Jacob, provocan el constante sollozo del corazón paterno. Sollozar, nos dice el diccionario, es ese respirar de manera profunda y entrecortada a causa del llanto.
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