En obediencia y esperanza
Mateo 6.24-34
Dada la pertinencia del tema en nuestros días y en nuestro entorno, hoy hacemos un paréntesis en la consideración de nuestra realidad como iglesia para ocuparnos de la depresión. Se estima que en la actualidad más de tres millones de mexicanos padecen de depresión. Las consecuencias de esto son graves: además de las repercusiones económicas y laborales provocadas por el ausentismo de los deprimidos, la depresión es uno de los principales factores que propician el suicidio. México ocupa el noveno lugar en el mundo en materia de suicidios. Entre los muy complejos motivadores de la depresión o el stress uno de los más importantes tienen que ver con la situación económica de quien la padece. Es muy difícil no preocuparse de si tenemos comida o de si tenemos ropa.
El dinero, tanto cuando abunda como cuando hace falta, tiene la capacidad de apoderarse de las personas. Es decir, el dinero tiene la cualidad de dominar y/o apropiarse de las personas. En nuestros términos, el dinero se vuelve en señor de los seres humanos.
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