Procuren estar despiertos

Autor invitado, Víctor González

Marcos 13.33 BLPH

La Escatología –el estudio del final del mundo y las cosas-  es un tema que llama mucho la atención por su capacidad seductora de personas y masas por el tema que trata. No se da solo en la Religión, con montones de predicadores llamando al arrepentimiento antes de que llegue el fin, sino que también lo vemos en el cine o la seudo-ciencia, que no dejan de pensar en el fin del mundo, como lo de las “infalibles” profecías mayas del 2012.  A muchos cristianos, el tema les atrae por la incertidumbre de si “se van con Cristo o se quedan”, a otros porque buscan saber cómo al final resultaron ser las cosas sobre las que tanto se debatió, a otros porque finalmente esperan anhelantes el encuentro con Cristo y el deleitarse en presencia del Padre, y a otros porque desean más que nada en la vida, que todos aquellos que los oprimieron o rechazaron,  reciban la justa paga en el infierno eterno a su malvada manera de tratarlos.

Este capítulo del Evangelio de Marcos contiene muchos versículos generadores de interrogantes y polémica.  ¿Cuándo será el fin?, ¿Quiénes serán los falsos cristos? ¿Qué es de la abominación desoladora? ¿Deveras será antes de esta generación? ¿La mía, la de Jesucristo o cuál?    Sin embargo, no es difícil que una frase común en este capítulo de Marcos nos pase desapercibida, justo por ser tan repetitiva: “Manténganse despiertos” o “Estén alerta” (Biblia Versión Viviente)

Nuestra curiosidad nos hace a veces olvidar que en cualquier momento podemos ser llamados por Dios a dejar esta vida y morir; ya sea de una enfermedad, un accidente o en algún acto violento; Este capítulo también nos lo recuerda varias veces. Debemos estar alerta y permanecer despiertos pues no solo no sabemos cuándo será el regreso de Cristo, sino también porque no sabemos cuándo será la hora de morir de cada uno de nosotros.

Estar alerta o despiertos implica no dormitar o permanecer en el letargo, y estar con la mente y los sentidos bien aguzados.  No acomodarnos al estilo de vida en que se maneja nuestra sociedad, este mundo. Pensar sobre todo; Lo normal que vemos y vivimos, no es lo normal para Dios.  Jesucristo no se distinguió por lo que dejaba de hacer, sino por la forma diferente que hacía su vida. El cristianismo no es “No Ser o No hacer” sino un “Ser y vivir” superlativo, activo, ofensivo.

Para estar alertas es imprescindible no perder la comunión con la Iglesia. El Pueblo de Dios siempre nos ayuda, respalda y conforta en momentos de duda, de decaimiento y de tentación.  Eclesiastés 4:10 nos recuerda que estando apartados de la comunión con los nuestros no es fácil que tengamos una mano de consuelo que nos ayude a levantarnos. Muchas veces, nuestra tendencia a apartarnos de la comunión se da por una consciencia de pecado, lo cual es parecido a esa persona que evita acercarse al médico justamente por ser consciente de que está enfermo. Apartarnos de la iglesia es perder ese “estar alerta”, pues dificulta al Cuerpo de Cristo el ser eficaz para actuar y dar fruto; en otras palabras, es obstaculizar a Cristo el actuar y salvar.

Estar alertas implica estar preparados para participar activamente en la obra del Espíritu Santo. No es tener una religión o doctrina, sino predicar y vivir el Reino de Dios en nuestro día a día: (Paz, Justicia y Gozo); Es cambiar completamente la cultura y los referentes en los que vive nuestra sociedad, pero no solo en lo que toca a temas religiosos como son Idolatría, Salvación, etc.; sino en los que toca a paternidad, estructura familiar, educación, etc. ¿Soy cristiano y sigo siendo el macho dominante en la familia creyendo que eso es correcto? Y, ¿si sales a la calle y te encuentras con un pordiosero, un borracho o una prostituta, qué haces? ¿Somos tan santos y puros que, como fariseo, los señalamos para condenación? ¿O como predicaba nuestra hermana Isela hace semanas, los amamos y entendemos en el amor libre de Jesucristo? ¿Estamos para dictarles condena o para sugerirles libertad?   Estar alertas es estar siempre disponibles para que Cristo sane y salve a la gente que está a nuestro alrededor, es permitir y hacer que el Reino de Dios se manifieste en donde quiera que estemos presentes. Si el Reino de Dios no se hace presente es porque Cristo tampoco está presente, pues siempre se manifiestan juntos.

Lo cierto es que, siendo honestos, no es fácil ser buenos con todo el mundo. Es difícil amar a aquellos que nos hacen mal o a gente que no es fácil tratar. Responder como se espera de nosotros en todo momento es prácticamente imposible; y cuando fallamos, tal como Caín o sus padres, nos escondemos de Dios, nos apartamos de la Iglesia.  Hay muchos que a pesar de ser buenas personas, han dejado atrás la comunión cristiana. Decepción, Consciencia de pecado, conflictos… lo que sea que los haya alejado; todo eso es producto por haber intentado “ser buenos cristianos”.  Vivir una vida cristiana solo es posible si vamos de la mano del Espíritu Santo y dejamos que sea Él quien nos haga vivir. Sin él, toda acción es inútil y estéril.

Hay veces que decimos con demasiada ligereza “deja que el Espíritu Santo sea el que te dirija”, y atribuimos a él cualquier decisión que tomamos, confiando en nuestra religiosidad, en nuestro conocimiento y en nuestra experiencia.  Ser guiados por el Espíritu de Dios solo puede darse cuando “permanecemos despiertos” en negarnos a nosotros mismos de manera consciente, cuando estamos en comunión con Dios a través de la Oración constante, cuando mostramos piedad con el prójimo y cambiamos nuestra manera de pensar. Solo así podemos ser capaces de que Él actúe a través de nosotros. Solo así podemos decir que estamos verdaderamente alertas.

Cristo nos invita a que dejemos de pensar y de vivir nuestra comunión con él y con la iglesia como una mera distinción religiosa y lo convirtamos en verdad en todas y cada una de las manifestaciones de nuestra vida, dando prioridad a la piedad, a vivir bajo una nueva lógica, a una oración verdadera y personalizada. Tomemos en cuenta que Él podría regresar hoy o en veinte años; lo que cuenta es permanecer despiertos y alertas en todo momento para que Cristo siga salvando y para que Su Nombre sea glorificado hoy y cada día.

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One Comment en “Procuren estar despiertos”

  1. Angel Mendoza Rodriguez Says:

    PASTOR ADONIRAM GAXIOLA MI ENTRAÑABLE AMIGO, COMO SIEMPRE TUS COMENTARIOS SON JUSTOS Y APEGADOS EN ESTRICTO A LA BIBLIA, MUY CIERTO HAY QUE ESTAR DESPIERTOS Y ALERTAS. GRACIAS POR DARNOS UNA GUIA MAS EN NUESTRAS VIDAS UN ABRAZO.
    ATTE. LIC. ANGEL MENDOZA RODRIGUEZ.


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